El viaje se te hace interminable. No sólo zafaste, sino que ella accedió a ir a tu casa, te mira seductoramente, y hasta te rozó la mano un par de veces, sonriéndote. Sabés que de ahí en más cualquier cosa puede pasar, y sea lo que sea, la vas a pasar de diez.
Cuando llegan a tu casa, ella te pide usar el toilette, para ponerse más cómoda. En su voz se percibe el doble sentido, por lo que de inmediato, te sacás el saco, te desabrochás la camisa, ponés tu CD de Nino Bravo en volumen tenue, y servís dos copitas de licor de ananá. Ella sale del baño sonriente, vestida sólo con su enagua de satén. Entusiasmado, te tirás encima suyo, ya desesperado.
Cuando estás en el mejor momento, te das cuenta de que Guillermina y vos tienen algo en común además de que adoran el pochoclo dulce y las tardes de sol.....
Guillermina, sonriente, te dice que no te preocupes, porque a vos no te va a doler, y te dice que no te preocupes, que en una semana la operan, y será por fin una mujer, y ya no más Guillermo.
Está en vos ahora si: 1) Agarrás viaje, ó..... 2) Salís corriendo de tu propia casa!!!!!!!
¿Creíste que iba a ser tan fácil, chambón?